miércoles, 30 de abril de 2025

RECORDANDO LAS REVISTAS DE MI INFANCIA.

                                  RECORDANDO LAS REVISTAS DE MI INFANCIA.                                     

 

 

Considero que, es en la primera infancia, el momento más importante para inducir a un niño al “mágico mundo” de la lectura, por eso hoy, día del niño, me atreveré a compartirte la emoción que yo experimentaba al hojear las páginas de algunas revistas que marcaron mi vida para siempre, no sólo porque me extasiaba en las imágenes, sino porque justamente, me motivaron a descubrir la magia de la lectura.

 

Empezaré por decir que mi madre era una excelente modista, diseñaba y elaboraba los más hermosos vestidos que a mis hermanas y a mí nos hacían lucir como “verdaderas princesas”, al menos así nos sentíamos cuando portábamos alguna de sus creaciones, siempre muy ampones y con un gran moño que ceñía la cintura y se amarraba hacia atrás, porque ése era el gusto de mi padre. 

 

El caso es que, como parte de los instrumentos de trabajo de mamá, había en casa un gran libro de modas, y, cuando digo grande es porque era realmente grande, debe haber medido unos 50 x 70 cms. Y tenía un grosor de unos 6 cm. Lo que lo hacía ¡pesadísimo!, pero encantador. Mis hermanas y yo, ¡lo disfrutábamos tanto!, identificándonos con las modelos que se presentaban en él. Estas modelos de aquel maravilloso libro eran mujeres ¡elegantísimas!, que vestían las prendas que deben haberse usado allá por los años 50´s. A mí me llamaba la atención su figura siempre esbelta, sus vestidos eran hermosos. Y uno podía realmente “experimentar” la textura de las telas que caían de tal manera sobre sus cuerpos que hacían lucir el encanto de cada uno de los modelos. Ese gran libro, debe haber sido mi primer encuentro con las revistas y lo hojeábamos, una y mil veces, encontrando en él cada vez cosas nuevas, porque además de los vestidos para dama, estaban las ¡increíbles! zapatillas que usaban las modelos, también había todo tipo de accesorios, tanto para niños como para adultos. En fin, era una ¡verdadera delicia!, sumergirse en aquellas hermosas páginas que hacían volar nuestra imaginación mirándonos en ellas como en un espejo hacia el futuro que nos hubiera gustado vivir. Para ese entonces, mis hermanos y yo debíamos rondar por los 5 o 6 años de edad.

 

Luego un día, mi padre llegó con una revisa LIFE, también de gran formato. Desde que la abrí, me impresionaron tanto algunas imágenes que hasta la fecha han permanecido en mi memoria. Recuerdo muy bien la fotografía de un desierto, con su tierra cuarteada por la falta de agua, luego una foto ¡maravillosa!, del mismo desierto, pero después de una lluvia torrencial. Me quedaba extasiada ante la belleza de aquel paisaje sembrado de flores de diversos colores. Se presentaban también fotos de animales en su hábitat natural, y se hablaba de los problemas que enfrentaban para lograr sobrevivir, en situaciones, muchas veces extremas. En esa ¡maravillosa! revista, también recuerdo haber visto diversas fotos de playas de todo tipo, desde las hermosas, hasta las descuidadas por el hombre. Estas fotos realmente me impactaron, porque pude conocer el mar hasta que tuve 20 años. 

 

Otra revista que marcó mi vida fue una edición especial de Alarma, que describía a profundidad la trágica vida de la familia Kennedy, desde la llegada de Irlanda de sus abuelos a las costas de Nueva York, su residencia en Boston, se presentaban además las biografías de cada uno de los 9 hijos de esta gran familia fundada por: Joseph Kennedy y Rose Elizabeth Fitzgerald. Se hablaba mucho de Jacky, esposa de John y se le presentaba como un modelo a seguir para las mujeres norteamericanas. Recuerdo que antes de su matrimonio con John ella era fotógrafa y practicaba el hipismo. También recuerdo, el deseo de Joseph de que sus hijos ingresaran a la política, y así fue, empezando por su hijo John que fue el primer presidente católico de los Estados Unidos, quien lo gobernó de 1961, hasta noviembre de 1963, y los senadores Roberth y Eduard.

 

Pero lo que más me impactó de esta revista fue la tragedia que sufrió esta gran familia, empezando por el asesinato de John, aquel fatídico 22 de noviembre de 1963 en Dallas Texas, luego, el también asesinato de su hermano, el senador Roberth en la ciudad de los Ángeles.

 

Para 1963, yo tenía 8 años, y recuerdo haber leído la revista de principio a fin. Para ese entonces, no había tele en la casa, así que mirar aquellas imágenes, realmente me conmovió, se mostraba toda la trayectoria de la muerte de los hermanos Kennedy, desde el lugar donde fueron asesinados, hasta el funeral de John, en la catedral de San Mateo en Washington, y de San Patricio en Nueva York en el caso de Roberth luego, aquella imagen desgarradora en el cementerio de Arlington  que mostraba a Jackie de luto, con un velo cubriendo su rostro  y a sus dos hijos pequeños, a quienes tomaba de la mano estando de pie frente al féretro de su esposo, mientras se disparaban las salvas de cañonazos a lo lejos con las que se despedía al segundo presidente más joven de los Estados Unidos.  

 

Por otra parte, un día, pasé a saludar a mi tía Irene, que estaba haciendo limpieza profunda de su casa, y tenía listas para ir a la basura toda una colección de viejas revistas de Selecciones,  le pedí que me las regalara y accedió con gusto. Recuerdo haber llevado a mi casa aquel “tesoro” que disfrutamos ¡tanto! mi padre y yo. Estas revistas fueron mi inspiración en ocasiones muy particulares de mi vida, recuerdo de manera especial un curso de dirigentes que estaba tomando por ese entonces. Se trataba de elegir un tema, y exponerlo frente al público que, posterior a cada intervención hacía una critica de cada participación. Pues de estas revistas seleccioné gran parte de los temas que expuse en ese curso, pero recuerdo de manera especial un artículo que se titulaba: “Colonos en Colorado”, que describía las hazañas que enfrentaron los colonizadores del estado de Colorado en los Estados Unidos. 

 

Debo haber tenido unos 17 años cuando descubrí otra revista que también impactó mi vida, me refiero a Mafalda, aquella revista de tiras cómicas del gran autor argentino: Quino. Con Mafalda aprendí a ser  crítica, a valorar el mundo, el medio ambiente, me inicié en los asuntos políticos de las naciones, también aprendí de los valores morales de cada uno de sus personajes, amigos de Mafalda, empezando por Felipe, tímido y temeroso, pero gran amigo, luego  Miguelito, el soñador , Susanita, que se la pasa “construyendo” en su mente  la familia que un día tendrá y los hijitos que corretearán por su casa, Manolito, el “tacaño”, pero gran emprendedor y finalmente está Guille, la más pequeña del grupo y hermanita de Mafalda,  están además el papá y la mamá que juegan un papel importante, sorprendiéndose a cada paso con las profundas reflexiones de su hija. Una de las cosas que disfrutaba Mafalda eran las vacaciones, tirada en la playa o construyendo castillos de arena, y por supuesto, como gran distintivo de su personalidad, el también su “empedernido” odio hacia la sopa. 

 

A Mafalda la leí compartida, digo lo anterior, porque más tardaba en comprar una nueva revista, que en cuanto llegaba mi sobrina Priscila, aquella niña de tan sólo unos 7 años, que prácticamente las ¡devoraba!, al punto de que, habiendo tenido la colección completa, me quedé sin ninguna, porque ella las acaparaba todas, cosa que, a mí, lejos de disgustarme, me encantaba, pues veía con admiración que  a esa niña,  tan pequeñita, ya le interesaran  los temas que trataba Mafalda, que por cierto, eran de gran profundidad, no obstante que la revista se presentaba en forma de tiras cómicas, estaba lejos de motivar a la risa, más bien sí a la crítica, la reflexión y el análisis. 

 

Considero que lo más valioso que estas revistas me aportaron fue, sin duda alguna, el hecho de que sembraron en mí, la pasión por la lectura, ya que, en mi infancia, no había libros en casa, tan solo las revistas y los periódicos que llevaba mi padre y que yo aprovechaba para leerlos. De ahí que la influencia de estas revistas en mi infancia fuera realmente importante.

 

Y de esta manera, concluyo este texto que me condujo a recordar las revistas que, en mi infancia, marcaron mi vida para siempre y en el que me atreví hoy a compartir contigo el conjunto de emociones que se agolpaban en mi mente cuando las hojeaba.

 

MARIA MARTHA MORENO MARTÍNEZ

30 de abril de 2025.

martes, 22 de abril de 2025

MI ENCUENTRO CON FRANCISCO

 

MI ENCUENTRO CON FRANCISCO.

 

Siempre me han inspirado un ¡terrible pánico! los aviones. Tan sólo con saber que voy a viajar, ya me siento mal, ello porque mis condiciones de salud física no son las mejores y, por si fuera poco, está el factor emocional que a menudo me traiciona. 

Y ya en el vuelo, casi me da el “patatús”, como diría mi madre.

 

No obstante, tenía gran ilusión de hacer un viaje por el viejo mundo, deseaba intensamente conocer Europa, así que estuve predisponiéndome por mucho tiempo, para tratar de superar el miedo de viajar tan lejos

 

Y después de tanto añorarlo, al fin tuve la oportunidad de hacer, mi viaje. Íbamos en un tour, integrado por unas cincuenta personas de diferentes nacionalidades, principalmente latinoamericanos.

 

Ya habíamos recorrido Praga, Ámsterdam, Viena, Bruselas, Venecia y por donde quiera que íbamos, lo común eran las grandes multitudes, gente y más gente, no obstante que era mayo, y se suponía que no estábamos en temporada alta. El caso es que ya para entonces, cuando llegamos a Roma, yo me sentía poco menos que abrumada con ese gentío que encontrábamos en cualquier sitio que estuviéramos. 

 

Anteriormente había tenido la oportunidad de ver a Juan Pablo II en su visita a México en el 2002, pasó junto a mí en su papa móvil cuando viajaba a través de la avenida Insurgentes, pero también recuerdo que en aquella ocasión no experimenté sensación alguna. Simplemente pasó.

 

En esta ocasión, estando en Roma, y ya programada nuestra visita a la plaza de San Pedro como parte de nuestro itinerario, recuerdo que yo iba pensando:

 

Pues si ha habido ¡tantísima! gente en todo el trayecto, ¡no quiero imaginar cómo estará el Vaticano! Así que no tenía la menor esperanza de ver al papa, pero yo, ya me conformo con mirar siquiera desde lejos la grandiosa cúpula de San Pedro. Ojalá que pueda verla desde dónde nos toque colocarnos. Pensaba para mis adentros.

 

Y sucedió lo ¡imposible!, extrañamente, la plaza de San Pedro estaba casi vacía. ¡No lo podía creer!, primero por la experiencia de todos los lugares a los que habíamos ido anteriormente, tan llenos de gente, además porque había visto en televisión, las grandísimas multitudes que siempre se apiñonaban en la plaza de San Pedro, esperando con ansia ver al Santo Padre.

 

Pues resulta que no, no había gente. Lo cual ya me pareció ¡maravilloso!, pues como ya estábamos en la etapa final de nuestro viaje, me sentía realmente cansada, también estaba experimentando los síntomas de mi hipertensión arterial, así que verdaderamente, no me sentía con ánimos de estar ahí, parada por largo tiempo, pero conservaba, como ya lo he dicho, la esperanza viva de ver, aunque fuera de lejos al menos la cúpula de San Pedro.

 

En ésas estaba yo, cuando me di cuenta que el papa saldría por su ventanita a darnos la bendición y gracias a que había muy poca gente, era posible que nos pudiéramos acercar lo bastante, para poderlo ver muy de cerca. Y así fue. El papa salió, y lo ví muy bien, pero cuando escuché su voz ¡wau! ¡algo sucedió dentro de mí! ¡Ésto es un milagro! pensé, pues nunca en mi vida había experimentado una sensación de tal plenitud, era ¡cómo estar en el cielo!, olvidé todos mis males y sólo me concentré en sus palabras, pero sobre todo en aquella ¡bellísima sensación que estaba experimentando! ¡Éste es un santo! Recuerdo haberme dicho.

 

Di gracias a Dios por haberme concedido aquel milagro de ese ¡encuentro maravilloso! 

 

Y, desde entonces, ¡mi vida ha cambiado para siempre! y gracias a Dios, para bien. 

 

La anterior, es la experiencia que me compartió mi hermana Bertha y que nunca me había contado. No fue sino hasta ahora, que estamos tristes por la partida de Francisco que me la platicó. Y que ahora, me atreví a compartirla contigo.

 

 

MARÍA MARTHA MORENO MARTÍNEZ

22 de abril de 2025

 

domingo, 20 de abril de 2025

INCREDULIDAD



INCREDULIDAD

 

 

Cuando regresó de la celebración de la Pascua, tomó la botellita en la mano y se la mostró a su hermana.

 

- Mira hermana, le dijo, aquí tienes agua bendita. Por si alguna vez te ves atacada por algún enemigo, con ella, lo ahuyentas.

 

- ….Ah, ah,  puras mentiras bla, bla, bla…. etc., etc.

 

Inmediatamente vino a su mente Naamán, aquel comandante del ejército sirio que, viendo su cuerpo invadido por la lepra, un día escuchó a su asistente que le decía:

 

- Señor, si tú vas a ver al profeta Eliseo que vive en mi tierra, ciertamente te curarías. 

 

Pero él ponía oídos sordos siempre que se lo decía.

 

- ¡Ah, ah, son sólo pamplinas!, yo me he encomendado a todos mis dioses y ninguno ha escuchado mis súplicas.

 

Pero sucedió que un día, ya desesperado por las lacras que la enfermedad dejaba en su cuerpo, ordenó a un grupo de sus militares que lo acompañara, a ver a ese tal profeta del que tanto le hablaban, les pidió que cargaran  sus animales con todo tipo de regalos para halagarlo.

 

Cuando hubo llegado al lugar donde el profeta se encontraba, pidió a sus subalternos que le consiguieran un encuentro con él, y sucedió que el profeta Eliseo no le concedió ese favor, pero sí les dijo a sus criados:

 

- Digan a Naamán que se bañe siete veces en las aguas del río Jordán.

 

Naamán molesto por la actitud del profeta que ni siquiera lo había recibido empezó a vociferar diciendo:

 

- ¡Cómo voy a creer eso!, ¿qué no son más ricas, más abundantes y fructíferas las aguas del Éufrates de mi tierra? ¿cómo se van a comparar las aguas de éste, apenas un miserable riachuelo, que es el Jordán, con las caudalosas aguas del Éufrates?

 

En eso estaba cuando uno de sus soldados le dijo.

 

- Pero señor, si te hubiera dispuesto algo más difícil, ciertamente lo harías. ¿por qué no lo intentas?

 

- Mmmm, creo que tienes razón, vamos pues, no pierdo nada con intentarlo.

 

Y así fue como Naamán, después de haber escuchado la voz del profeta quedó limpio de la lepra.

 

Y ahora, ¿cuál crees tú que sea la moreleja de esta pequeña fábula?

 

 

MARIA MARTHA MORENO MARTINEZ

20 de abril, domingo de Resurrección.

miércoles, 16 de abril de 2025

…Y CALLARON LAS VOCES DEL BOOM.

 

…Y CALLARON LAS VOCES DEL BOOM.

 

“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo” estas palabras dan la bienvenida a la novela ¡más maravillosa! que haya leído. Y que, para muchos, incluyéndome a mí, es la obra que da inicio a esta ¡grandiosa! corriente literaria que ha dado la vuelta al mundo, y que se ha quedado para siempre en el imaginario colectivo de generaciones enteras que hemos aprendido a disfrutar con ella, el culmen del Realismo Mágico, esa tenue frontera entre lo real y lo imaginario que se desvanece constantemente y que nos plantea realidades ¡increíbles!, y ¡maravillosas! al mismo tiempo. Me refiero, por supuesto, a la Literatura Latinoamericana.

 

Aprender a caminar y luego a leer, considero que son las dos competencias más valiosas en mi vida. Ningún otro aprendizaje ha tenido para mí “el calibre”, que han tenido estos dos y una vez que los descubrí, no los he abandonado ¡jamás!

 

La lectura me ha abierto las puertas a diversos horizontes algunos reales, otros fantásticos, pero todos ellos igualmente interesantes y ¡maravillosos!

 

Mi padre me inició en la lectura de los periódicos, “lee las editoriales”, con ello se refería a los artículos de los columnistas, es lo más valioso de un periódico, me decía. con él también descubrí el gusto por leer revistas, entre ellas estaban: Selecciones, Siempre, Time que con cierta frecuencia llevaba a casa y se sentaba en su sillita a leer, viéndolo a él, me enamoré de este tipo de artículos.

 

No obstante, empecé a interesarme por la literatura universal cuando tenía unos 15 años, debido a la influencia ¡maravillosa! de mi maestro Raúl Trejo que me inició en esta bella disciplina de la lectura. Empecé leyendo algunos escritores franceses: Víctor Hugo, Julio Verne, Honoré de Balzac, Albert Camus, etc. Luego descubrí a los rusos: León Tolstoi, y Fiódor Dostoievski.

 

Pero cuando llegó a mis manos: Pedro Páramo, me quedé sencillamente ¡extasiada!, ¡nunca había leído algo así!, era como estarme viendo en un espejo. Pedro Páramo, recogía la realidad de mi familia, en particular la de mi padre. 

 

Posteriormente me enteré de que Pedro Páramo, es para muchos, incluyéndome a mí misma, la “obra maestra” de la corriente literaria denominada: “Literatura Latinoamericana”, para otros, lo es Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, que, desde luego es, sencillamente ¡maravillosa!, y algunos más, ubican a La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Bueno, todas las opiniones son respetables, pero ya nomás por el derecho de antigüedad, me atreveré a decir que el derecho de ese título es de Juan Rulfo, ya que Pedro Páramo se publicó en 1955, mientras que La ciudad y los perros en 1963 y Cien años de soledad en 1967. Entonces, no sería excesivo decir que es muy probable que estos dos escritores se hayan inspirado en Pedro Páramo. 

 

Pero lo más valioso es el florecimiento de esta nueva corriente literaria denominada “Literatura Latinoamericana”, que tuvo su culmen entre los años 1960 – 1970. Identificándose a este periodo como “El Boom” de la Literatura Latinoamericana”.


Debo citar también que dos de los escritores de Literatura Latinoamericana recibieron el premio Nobel, García Márquez en 1982 y Mario Vargas Llosa en 2010. Y el premio Cervantes que se otorga a lo mejor de la literatura en español lo recibieron: Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y García Márquez lo rechazó en dos ocasiones

 Quizá la característica más importante de la Literatura Latinoamericana es que gran parte de sus obras presentan una característica ¡única!, me refiero al concepto de “Realismo Mágico”, esa realidad ambigua, en la que se fusionan tanto aspectos reales, como sucesos mágicos, literalmente inconcebibles en la realidad a la que estamos acostumbrados. 

 

Y nada más como ejemplos citaré dos ejemplos:

 

De Cien años de soledad de Gabriel García Márquez:

“En cierta ocasión José Arcadio Buendía, les habló a sus hijos de las maravillas del mundo no sólo hasta donde le alcanzaban sus conocimientos, sino forzando a extremos increíbles los límites de su imaginación. Fue así como los niños terminaron por aprender que en el extremo meridional del África había hombres tan inteligentes y pacíficos que su único entretenimiento era sentarse a pensar, y que era posible atravesar a pie el mar Egeo saltando de isla en isla hasta el puerto de Salónica”.

 

Ahora, de Pedro Páramo de Juan Rulfo:

“- De modo que ¿usted es hijo de ella?

- ¿De quién? – respondí

- De Doloritas

- Sí ¿pero ¿cómo lo sabe?

- Ella me avisó que usted vendría. Y hoy. Que llegaría hoy.

- ¿Quién? ¿Mi madre?

- Si ella.

Ya no supe que pensar.

Ni ella me dejó en qué pensar.

- Mi madre – dije- mi madre ya murió.

- Entonces ésa fue la razón de que su voz se oyera tan débil, como si hubiera tenido que atravesar una distancia muy lejana para llegar hasta aquí”.

 

Lo más increíble para mí, en relación con dicha corriente literaria es el hecho de que antes del Boom, América Latina no existía en el horizonte internacional de la literatura. Fue a partir de el surgimiento de esta nueva corriente literaria que el mundo empezó a conocer la realidad del contexto latinoamericano, que para entonces se debatía entre las peores dictaduras, golpes de estado, represión, autoritarismo, rebeliones, etc. Siendo todos estos acontecimientos el “caldo de cultivo” propio para esta nueva corriente literaria.

 

Con el género: Literatura Latinoamericana, se ubican principalmente a cuatro escritores, considerados los “pilares” de esta nueva literatura, me refiero a: Mario Vargas Llosa del Perú, Gabriel García Márquez de Colombia, Carlos Fuentes de México y Julio Cortázar de Argentina, aunque desde luego, existieron otros autores que hicieron también grandes aportaciones a esta nueva forma de expresión literaria, entre ellos podría citar a: José Donoso de Chile, Miguel Ángel Asturias de Guatemala, Alejo Carpentier de Cuba y a Rómulo Gallegos de Venezuela. 

 

También considero importante decir que, desde mi particular punto de vista, hay dos obras que siendo propias de autores del Boom, presentan un estilo muy diferente, tanto en su ambientación como en la narrativa y los motivos que las concibieron, tal es el caso de Rayuela de Julio Cortázar, que fue escrita con un estilo muy suigéneris, me refiero al hecho de que, según su mismo autor, puede comenzar a leerse desde cualquier página, sin poner en peligro la comprensión o bien de la manera clásica de principio a fin o viceversa, pero además, está ambientada en París y Buenos Aires y habla de una realidad más bien citadina, en contraposición el ambiente rural de Cien años de soledad, Pedro Páramo o Un lugar sin límites. La otra obra en cuestión es La región más transparente de Carlos Fuentes, esta novela nos sumerge en la vida cotidiana de la ciudad de México de los años 50´s, ambas novelas son sencillamente ¡deliciosas!

 

Mi pasión por la Literatura Latinoamericana llegó a ser tal, que siempre la promoví entre mis alumnos. Con bastante frecuencia los invitaba a que leyeran las obras maestras que la constituyen. 

 

Como parte de mi plan de trabajo, incluía la lectura “obligatoria”, en casa, de al menos una obra literaria, si ella era de gran volumen o varias, si eran más pequeñas. El caso es que los alumnos tenían la “obligación” de leer literatura, en casa. Esto de principio a fin del semestre. Para asegurarme de que leían les pedía un reporte manuscrito de lo que habían leído en la semana. En este reporte debían indicar de qué página a qué página habían leído, hacer un resumen y describir las enseñanzas o aprendizajes que habían rescatado de su lectura. Al finalizar el semestre, cada estudiante debía hacer una presentación electrónica de alguna de las obras literarias que había leído durante el semestre y exponerla en público. Así calificaba la expresión oral, el procesamiento de la información, y la lectura. 

 

Debo agregar que, invariablemente cada reporte era calificado, haciendo énfasis en la ortografía, y los mensajes que habían rescatado. 

 

Cuando les daba a conocer mi plan para el semestre, muchos protestaban porque no estaban acostumbrados a leer, pero mi mayor satisfacción siempre era que me platicaban que la lectura, que había empezado siendo una tortura, ahora, era parte de su vida.

 

Les invitaba a que leyeran antes de dormir, así, si tenían mucho sueño, pues no importaba que leyeran tan solo una página, pero llegó a suceder que me decían, es que me duermo tarde porque “no puedo dejar de leer”, cosa que, desde luego, me alegraba mucho.

 

Es necesario aclarar que la lectura era, digamos un plus, porque, desde luego, no sacrificaba para nada el programa que debía seguir, de acuerdo a los lineamientos de la academia correspondiente.

 

En una ocasión, tuve la osadía de leer con mi grupo Pedro Páramo. Era un grupo del que era tutora, entonces, en mi hora de tutoría me llevaba a los estudiantes a la sala de lectura, les pedía que se acomodaran donde mejor les gustara, muchos preferían acostarse en el piso, el caso es que alguno de ellos iba leyendo en voz alta, mientras los demás seguían la lectura en su propio libro. Antes de que la sesión terminara, se abría un espacio para expresar diversas opiniones. Fue una experiencia muy enriquecedora. 

 

Para finalizar este ensayo, necesito expresar mi profunda tristeza por la muerte de Mario Vargas Llosa, este 13 de abril de 2025, el último representante de esta ¡maravillosa! corriente literaria latinoamericana, así como que en relación a este triste suceso he denominado al presente ensayo: …Y CALLARON LAS VOCES DEL BOOM.

 

MARIA MARTHA MORENO MARTINEZ

16 de abril de 2025

 

Referencias:

Wikipedia. com

 

 

 

 

lunes, 7 de abril de 2025

ALARMA NUCLEAR

 

ALARMA NUCLEAR


"Todas las naciones deben destruir todas las armas nucleares. Es necesario para salvarnos a nosotros mismos y a nuestro planeta".

Mijaíl Gorbachov.

Quienes no vivieron la época de La Guerra Fría (1947-1991), no pueden saber lo que es dormirse “con el alma en un hilo” sin saber si amaneceríamos al día siguiente.

Yo viví 36 años  de mi vida con ese enemigo a un lado. Las dos grandes potencias mundiales de esa época (La URSS y los Estados Unidos) enfrentadas entre sí por la mutua  amenaza de las armas nucleares.

Se ha dicho que en una guerra nuclear no habrá ganadores, y quizá por eso el mundo vivió esos 45 años sometido al terror de saberse en peligro en cualquier momento.

Solo los que vivimos esa época pudimos respirar la desolación que producía el vivir en un mundo dividido por una “cortina de hierro”. Porque el planeta entero se debatía ante la disyuntiva de estar a favor o en contra de la URSS o de los Estados Unidos.

 Después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo quedó a expensas de los ganadores: la URSS y los Estados Unidos. 

Esta división llegó al extremo de que en 1949 se creara la OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte) para unificar a los Estados Unidos y sus aliados de Europa. En respuesta, en 1955, la URSS proclamó El Pacto de Varsovia para agrupar a la URSS con los países socialistas de Europa del Este, y el Oeste que reunía a los representados por la OTAN, Estados unidos y sus aliados europeos.

Una de las consecuencias más trágicas de esta división se materializó de manera palpable en El Muro de Berlín. Esta ciudad quedaría dividida entre Berlín Oriental dominado por el bloque socialista de la URSS (Pacto de Varsovia) y Berlín Occidental representado por el bloque de Estados Unidos  y sus aliados (OTAN).

Imaginemos por un momento la tragedia de familias enteras divididas de un día para otro, atrapados  en una  prisión absurda   a lo largo de terribles 28 años.

Y bueno, tal vez se piense que tanto la URSS como Europa estaban muy lejos de México y total, a nosotros los mexicanos qué nos podían hacer, no corríamos peligro. Pero nada más lejos de la realidad. Sucedió en 1962,  Nikita Kruschev, líder soviético en ese momento, mandó instalar misiles nucleares en Cuba, pretendiendo con ello someter las intenciones bélicas de su enemigo Estados Unidos que ya en 1959 había ubicado misiles nucleares en Italia y Turquía. Como consecuencia de esta decisión, el mundo, pero en particular México, vivió los 13 días más terribles de la Guerra Fría. En estos amargos días los gobiernos de la URSS representados por su líder  Nikita Kruschev y el presidente de Estados Unidos: John F. Kenedy sortearon todo tipo de amenazas y acuerdos, mientras el mundo, y México en particular, nos debatíamos ante la incertidumbre de no volver  a ver la luz del día siguiente. A este periodo se le conoce como: La crisis de los misiles o la crisis de octubre.

Debido a ese temor en el que viví, más de la mitad de mi vida, he seguido las noticias relacionadas con este tema, es por ello que el día 01 de abril de 2025, Pablo Hiriart publicó en el periódico: El Financiero un artículo que volvió, literalmente hablando, a ponerme de nuevo “los pelos de punta”, el artículo se entitula: “A la guerra con un kit de boys scouts”, en el que pone de manifiesto la enorme desventaja que actualmente tiene Europa en materia de misiles nucleares en relación con Rusia. 

Hiriart reporta que actualmente Francia cuenta con 290 ojivas nucleares, mientras que, Gran Bretaña tiene 225, en tanto que Rusia cuenta con 5,580 ojivas nucleares, ello pone de manifiesto la enorme desventaja nuclear de la Unión Europea en comparación con el poderío que en materia de armas nucleares tiene Rusia.

Consultando Wikipedia, se reporta que Estados Unidos cuenta actualmente con 5,113 ojivas nucleares, en tanto que China posee 600.

Una ojiva nuclear es una arma de destrucción masiva, que utiliza reacciones nucleares y como material explosivo usa Plutonio o Uranio si es de fusión o bien Hidrógeno si es de fisión. Las ojivas nucleares son las “cabezas” de  los misiles nucleares intercontinentales.

Su capacidad intercontinental les confiere a estos misiles el poder para aniquilar a millones de personas, ya sea de una ciudad a otra, de un país a otro, e incluso de un continente a otro, es decir, no existen barreras para la  estrucción, pues donde quiera que estemos, podemos ser objeto de un ataque nuclear, ello sin considerar los efectos secundarios producidos por las radiaciones nucleares que sufrirían los seres vivos que lograran sobrevivir a un ataque inicial.

Desde mi punto de vista, el mundo actual nunca había estado tan polarizado como lo estuvo a partir de la 2ª Guerra Mundial. Las potencias nucleares midiendo su poderío bélico, pretendiendo, nuevamente con ello, atemorizar al contrincante, que está haciendo hasta lo imposible, caso de Europa, para rearmarse. 

Escribo lo anterior para compartir contigo mi preocupación de revivir nuevamente al enemigo de la Guerra Fría, sólo que con una gran diferencia, las armas nucleares en la actualidad han aumentado ¡enormemente! su potencia, por lo que el peligro de destrucción masiva también aumenta hasta límites verdaderamente ¡alarmantes! Poniendo al mundo en peligro de que no quede piedra sobre piedra o bien reducido a cenizas, si llega a darse el caso de un ataque nuclear.

Actualmente amenazas bélicas como la guerra entre Rusia y Ucrania, la de Israel contra Gaza y el Líbano, enfrentamientos tales como el de Estados Unidos contra los Hutíes, o amenazas potenciales como las diferencias entre China y Taiwan, Corea del Norte contra Corea del Sur, Irán contra Estados Unidos e Israel etc. Ponen de manifiesto que la posibilidad de una paz duradera es cada vez más difícil, sin embargo, quiero hacer votos para que los niños de hoy puedan llegar a ver todavía un ¡mundo hermoso!, antes de que sea demasiado tarde debido a un ataque nuclear.

MARIA MARTHA MORENO MARTINEZ

7 de abril de 2025

Referencias:

·      Wikipedia. Org

·      Iriart, P. El Financiero, A la guerra con un kit de boys scouts. 01 de abril de 2025.

·      Kristensen, Hans M, Korda, M. Johns E. Knight, M. Bulletin of the Atomic Scientist. Armas nucleares chinas, 2025.

 

 

 

domingo, 6 de abril de 2025

SOLO CABALLOS

                                                                 SOLO CABALLOS.

 

Caminando iba hoy por la calle muy de mañana, cuando me alcanzó una camioneta con la música a todo volumen:

 

Caballo de patas blancas

con herraduras de acero

hoy vas a saltar las trancas

antes que salga el lucero

y vas a llevar en ancas 

a la mujer que yo quiero…..

 

Inmediatamente vino a mi mente que el tema de hoy serían los caballos.

 

Y vine a aquí, en busca de inspiración, a un  espacio que mi hermana y yo hemos acondicionado en la casa para rendir homenaje a nuestros antepasados. A mi padre, en esta ocasión, que vivió a lomo de caballo toda su vida.

 

Él nos contaba que los caballos debían ser nobles, fuertes y estar siempre dispuestos a emprender una jornada a campo traviesa en cualquier momento ya fuese del día o de la noche. Para mi padre un caballo, decía, era un automóvil de ahora que debe estar en perfectas condiciones.

 

A mi padre le gustaba platicarnos sus hazañas, y nosotros disfrutábamos escuchándolas. Ahora te comparto algunas de las amenas pláticas que compartimos con él:

 

Desde la temprana edad de 8 años, mi padre y su hermano Alfredo, iban con sus caballos cargados a entregar la leche a Socorrito. Su papa los levantaba a eso de las 3 de la mañana, a ordeñar, luego a cargar los botes y finalmente a entregarla a Socorrito en la misma puerta de su casa, para que ella la vendiera. Eso después de haber recorrido a lomo de caballo la distancia entre la comunidad de los Órganos, donde vivía la familia, hasta Acámbaro. Nos contaba que para entonces vestían de manta y usaban unos huarachitos de correas que ellos mismos confeccionaban. Nos platicaba que estas actividades eran muy difíciles en tiempos de frío, pues sus pies se cuarteaban y las heridas que les ocasionaban eran muy dolorosas, pero, aun así, no había que quejarse, porque la leche debía llegar a donde Socorrito a eso de las 5 de la mañana, y mientras ella abría la puerta, su hermano y él aprovechaban para echarse un sueñito. Una vez que entregaban la leche, montaban de nuevo sus caballos y se volvían a dormir. No era necesario guiarlos porque los caballos conocían perfectamente el camino.

 

También fue montado en su caballo que a mi padre lo espantaron, nos platicaba que iba camino a la casa Blanca del Caracol a eso de las 2 de la mañana con una misiva de su papa cuando de pronto, su caballo empezó a relinchar, y él sintió un escalofrío que le puso “los pelos de punta”, porque oyó el ruido de un machete rozar las piedras del camino. Pero, ¿quién iba a ser?, se decía para sus adentros, a esta hora, ¡imposible!

 

Era tanta la afición de mi padre por los caballos, que en una ocasión llevó uno hasta nuestra casa, lo encerró en el corral y después de unos días, el caballo se empezó a desesperar. Un buen día, el caballo saltó la barda, atravesó la casa contigua, espantó a los vecinos y fue a parar al mesón, gracias al primo Rodolfo que, había llegado por la noche a pedir posada porque ya no había camión para regresar al rancho. Todo esto sucedió una noche, como tantas otras, en las que mi padre no llegó a casa. Fue ¡terrible! Para mi madre resolver esta situación ella sola. 

 

También hubo otro caballo, en las mismas condiciones de cautiverio, al que mis hermanos, se atrevieron a sacarlo, lo ensillaron y mi hermana Vero, vestida con su pijama, en compañía de la prima Paty, lo montaron, el caballo, sintiéndose libre y a la señal de Vero, se desbocó, empezó a trotar y luego a correr hasta que fue ¡imposible! controlarlo. Las niñas se dejaron caer antes de que fuera el propio caballo el que las tirara. El caballo se fue con una silla “obra de arte”, de don Faustino Cuevas, el talabartero de Morelia, al que mi padre se la había encargado. Todo esto sucedió nuevamente cuando mi padre no vino nuevamente a dormir a casa, y mi madre tuvo necesidad de llamar a Don Domingo para que le ayudara a resolver la situación:

 

- Mire Doña Mary, le dijo Don Domingo, al caballo no le pasa nada. Yo mismo se lo traigo de regreso, pero a la silla “le dice adiós”. 

 

Y así fue como mi madre pasó aquella fatídica noche, de desvelo, temiendo la peor respuesta de su esposo, cuando regresara.

 

Al día siguiente, mi madre contó lo sucedido a mi papá, quien de inmediato mandó llamar a Vero, ella acudió ¡terriblemente! asustada pues sabía que su papá no le perdonaría su atrevimiento.

 

- A ver Vero, ya tu mamá me contó lo que te pasó. ¿y te volverías a subir a un caballo?

- Si, contestó mi hermana.

- ¡Anda pues!, ya vete a dormir.

¡Uf! que alivio, pensó Vero.

 

Mi hermana Vero heredó el gusto por los caballos como ninguno otro de los hijos del matrimonio Moreno Martínez, al punto que, fue capaz de saltar por la ventana en medio de la clase de matemáticas para ir a montar uno.


En otra ocasión, pidió un caballo prestado, le echó encima un tapete y lo montó a pelo. ¡Así era Vero con los caballos.

 

Mi padre solía contarnos que su cuñado Raúl Marín y él, enviados por su papa, hacían la travesía a lomo de caballo o de mula, de los Órganos, a los áridos cerros de la Tierra Caliente, Iban en busca de becerros que luego su papa engordaba y los vendía. Cuando nos platicaba, era común que nos describiera la ruta que seguían, nos hablaba que la hacían en varias jornadas, atravesando la sierra de Michoacán por el rumbo de Mil Cumbres, luego cruzaban el Cerro Azul, y ya desde ahí, divisaban la basta cordillera de la Sierra Madre Occidental que habían de recorrer por sus angostos caminos serpenteando los enormes voladeros que la caracterizan, y a los que más vale no ver hacia abajo antes de desmayarse de miedo. Era así como llegaban al Limón, territorio de Tierra Caliente y regresaban por el mismo camino, ahora, pastoreando un hato de becerros.

 

Mi padre y sus hermanos, vivían montados en sus caballos, así realizaban buena parte de sus jornadas laborales en el campo, pero también se daban tiempo para divertirse y festejar, para eso, no había mejor ocasión que los herraderos, fiestas rancheras, en las que se marcaba a los animales herrándolos con el fierro que los reconocía como ganado de su propiedad. Después del herradero venía la fiesta de los piales, y las manganas, y para eso, mi padre y sus hermanos “se pintaban solos”, pues era frecuente entre ellos la continua competencia por no dejar pasar un  solo animal sin haberlo lasado lazado antes.

 

Ahora, cuando escuché la canción al paso de la camioneta, me preguntaba a mí misma, ¿quién? o ¿quiénes? De los familiares habrían heredado ese temple, primero para montar a caballo, como pocos, saltando las trancas y después para, literalmente, “robarse” a la novia y, además estar dispuestos a “pagar” las consecuencias, y creo llegar a la conclusión de que, sólo el primo Rubén Moreno Quiroz y el sobrino Gerardo Flores Moreno, tenían el porte, y el temple para realizar este tipo de “hazañas” de a caballo.

 

Así pues, por todo lo antes expuesto, he denominado este relato: SOLO CABALLOS. Espero que lo disfrutes.

MARÍA MARTHA MORENO MARTÍNEZ

6 de abril de 2025

 

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