ALARMA NUCLEAR
"Todas las naciones deben destruir todas las armas nucleares. Es necesario para salvarnos a nosotros mismos y a nuestro planeta".
Mijaíl Gorbachov.
Quienes no vivieron la época de La Guerra Fría (1947-1991), no pueden saber lo que es dormirse “con el alma en un hilo” sin saber si amaneceríamos al día siguiente.
Yo viví 36 años de mi vida con ese enemigo a un lado. Las dos grandes potencias mundiales de esa época (La URSS y los Estados Unidos) enfrentadas entre sí por la mutua amenaza de las armas nucleares.
Se ha dicho que en una guerra nuclear no habrá ganadores, y quizá por eso el mundo vivió esos 45 años sometido al terror de saberse en peligro en cualquier momento.
Solo los que vivimos esa época pudimos respirar la desolación que producía el vivir en un mundo dividido por una “cortina de hierro”. Porque el planeta entero se debatía ante la disyuntiva de estar a favor o en contra de la URSS o de los Estados Unidos.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el mundo quedó a expensas de los ganadores: la URSS y los Estados Unidos.
Esta división llegó al extremo de que en 1949 se creara la OTAN (Organización para el Tratado del Atlántico Norte) para unificar a los Estados Unidos y sus aliados de Europa. En respuesta, en 1955, la URSS proclamó El Pacto de Varsovia para agrupar a la URSS con los países socialistas de Europa del Este, y el Oeste que reunía a los representados por la OTAN, Estados unidos y sus aliados europeos.
Una de las consecuencias más trágicas de esta división se materializó de manera palpable en El Muro de Berlín. Esta ciudad quedaría dividida entre Berlín Oriental dominado por el bloque socialista de la URSS (Pacto de Varsovia) y Berlín Occidental representado por el bloque de Estados Unidos y sus aliados (OTAN).
Imaginemos por un momento la tragedia de familias enteras divididas de un día para otro, atrapados en una prisión absurda a lo largo de terribles 28 años.
Y bueno, tal vez se piense que tanto la URSS como Europa estaban muy lejos de México y total, a nosotros los mexicanos qué nos podían hacer, no corríamos peligro. Pero nada más lejos de la realidad. Sucedió en 1962, Nikita Kruschev, líder soviético en ese momento, mandó instalar misiles nucleares en Cuba, pretendiendo con ello someter las intenciones bélicas de su enemigo Estados Unidos que ya en 1959 había ubicado misiles nucleares en Italia y Turquía. Como consecuencia de esta decisión, el mundo, pero en particular México, vivió los 13 días más terribles de la Guerra Fría. En estos amargos días los gobiernos de la URSS representados por su líder Nikita Kruschev y el presidente de Estados Unidos: John F. Kenedy sortearon todo tipo de amenazas y acuerdos, mientras el mundo, y México en particular, nos debatíamos ante la incertidumbre de no volver a ver la luz del día siguiente. A este periodo se le conoce como: La crisis de los misiles o la crisis de octubre.
Debido a ese temor en el que viví, más de la mitad de mi vida, he seguido las noticias relacionadas con este tema, es por ello que el día 01 de abril de 2025, Pablo Hiriart publicó en el periódico: El Financiero un artículo que volvió, literalmente hablando, a ponerme de nuevo “los pelos de punta”, el artículo se entitula: “A la guerra con un kit de boys scouts”, en el que pone de manifiesto la enorme desventaja que actualmente tiene Europa en materia de misiles nucleares en relación con Rusia.
Hiriart reporta que actualmente Francia cuenta con 290 ojivas nucleares, mientras que, Gran Bretaña tiene 225, en tanto que Rusia cuenta con 5,580 ojivas nucleares, ello pone de manifiesto la enorme desventaja nuclear de la Unión Europea en comparación con el poderío que en materia de armas nucleares tiene Rusia.
Consultando Wikipedia, se reporta que Estados Unidos cuenta actualmente con 5,113 ojivas nucleares, en tanto que China posee 600.
Una ojiva nuclear es una arma de destrucción masiva, que utiliza reacciones nucleares y como material explosivo usa Plutonio o Uranio si es de fusión o bien Hidrógeno si es de fisión. Las ojivas nucleares son las “cabezas” de los misiles nucleares intercontinentales.
Su capacidad intercontinental les confiere a estos misiles el poder para aniquilar a millones de personas, ya sea de una ciudad a otra, de un país a otro, e incluso de un continente a otro, es decir, no existen barreras para la estrucción, pues donde quiera que estemos, podemos ser objeto de un ataque nuclear, ello sin considerar los efectos secundarios producidos por las radiaciones nucleares que sufrirían los seres vivos que lograran sobrevivir a un ataque inicial.
Desde mi punto de vista, el mundo actual nunca había estado tan polarizado como lo estuvo a partir de la 2ª Guerra Mundial. Las potencias nucleares midiendo su poderío bélico, pretendiendo, nuevamente con ello, atemorizar al contrincante, que está haciendo hasta lo imposible, caso de Europa, para rearmarse.
Escribo lo anterior para compartir contigo mi preocupación de revivir nuevamente al enemigo de la Guerra Fría, sólo que con una gran diferencia, las armas nucleares en la actualidad han aumentado ¡enormemente! su potencia, por lo que el peligro de destrucción masiva también aumenta hasta límites verdaderamente ¡alarmantes! Poniendo al mundo en peligro de que no quede piedra sobre piedra o bien reducido a cenizas, si llega a darse el caso de un ataque nuclear.
Actualmente amenazas bélicas como la guerra entre Rusia y Ucrania, la de Israel contra Gaza y el Líbano, enfrentamientos tales como el de Estados Unidos contra los Hutíes, o amenazas potenciales como las diferencias entre China y Taiwan, Corea del Norte contra Corea del Sur, Irán contra Estados Unidos e Israel etc. Ponen de manifiesto que la posibilidad de una paz duradera es cada vez más difícil, sin embargo, quiero hacer votos para que los niños de hoy puedan llegar a ver todavía un ¡mundo hermoso!, antes de que sea demasiado tarde debido a un ataque nuclear.
MARIA MARTHA MORENO MARTINEZ
7 de abril de 2025
Referencias:
· Wikipedia. Org
· Iriart, P. El Financiero, A la guerra con un kit de boys scouts. 01 de abril de 2025.
· Kristensen, Hans M, Korda, M. Johns E. Knight, M. Bulletin of the Atomic Scientist. Armas nucleares chinas, 2025.
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