SANTO ANGEL DE MI GUARDA.

 

SANTO ANGEL DE MI GUARDA.

 

 

Angelito de mi guarda, 

De mi dulce compañía

No me desampares

Ni de noche, ni de día

 

Y por donde quiera que ande

Sé tu mi amparo, mi luz y mi guía.

 

Hoy inicié mi día recordando esta bella oración que mi madre nos enseñó a mis hermanos y a mí y que, junto con ella, rezábamos, sobre todo, en aquellas tenebrosas noches de tormenta, cuando papá no venía a casa y en las que golpeaba la lluvia en el tejado de nuestra casa y la multitud de goteras nos invadían el corto espacio de nuestra habitación.

 

Mi madre también nos recomendaba que nos encomendáramos a nuestro angelito de la guarda cada vez que saliamos de casa a la escuela.

 

Digo lo anterior porque hoy, la iglesia celebra a “Los Santos Ángeles”, y de ahí que  han venido a mi mente  algunos recuerdos asociados a ellos, primeramente, la hermosa imagen de aquel ángelito que guía los pasos de los dos niños que van atravezando un peligroso puente. Esta imagen ha quedado gravada en mi mente como fiel recuerdo de mi infancia.

 

Ahora te recuerdo que, según la tradición cristiana, cada ser humano tiene su propio ángel de la guarda, que siempre nos ampara y al que recurrimos en caso de un grave peligro, tal como le sucedió al padre Alfonso López que ofició la misa de hoy en la capillita de San Antonio y quien nos compartió la siguiente anécdota:

 

En cierta ocasión viajando con su madre,  de noche en carretera, la camioneta se apagó. Inmediatamente entró en pánico por el temor de que un vehículo viniendo por atrás, lo pudiera chocar. Su mamá gritó, visiblemente asustada ¡Señor, por favor, envianos un ángel que nos ayude!, nos platicó que más tardó su madre en hacer aquella exclamación, cuando apareció, en medio la oscuridad de la noche y entre la hierba del campo un hombre que preguntó que les pasaba, le explicaron y de inmediato les dijo: no se preocupen, dio la media vuelta y en seguida apareció manejando un vehículo, entonces le dijo que el se colocaría detrás, con las intermitentes encendidas para protegerlos, luego, él mismo le apoyó para echar a andar a la camioneta, y enseguida, le dijo que los seguiría hasta que llegaran  a la población más cercana donde pudieran conseguir ayuda. Así lo hicieron, y cuando llegaron a Yuriria, el padre estacionó la camioneta para agradecer al señor que tan amablemente lo había ayudado, pero cuando bajó, tanto el hombre como el vehículo habían desaparecido.

 

Hoy también recordé  con cariño a la señorita Angelita, aquella mujer menudita, catequista e hija de María que pasaba por mí cada sábado para llevarme a “Los santos ángeles”, no recuerdo qué hacíamos ahí, pero sí la buena intención que tenía de influir en los valores religiosos de sus pupilos.

 

Los ángeles han estado por siempre asociados a la protección de quienes los invocan en situaciones especialmente difíciles de nuestra vida.

 

La historia de  los ángeles en la Biblia se les asocia con el anuncio de ciertos acontecimientos importantes, tales como el caso de aquellos dos jóvenes que habiendo visitado a Abraham, le predijeron que, Sara su esposa, tendría un hijo, aun a pesar de su avanzada edad.

 

También en la Biblia se cita el caso del arcángel Gabriel cuando anunció a María que sería la madre de Jesús.

 

En relación a la protección de los ángeles, recuerdo aquel pasaje de la Biblia en el que se habla de que Pedro, estando preso, fue visitado por un ángel, quien le pidió que se siñera su túnica y se calzara las sandalias, luego le pidió que lo siguiera, lo sacó de la prisión y le hizo pasar, sin ser visto por los oficiales, las tres guardias que resguardaban la prisión, luego, ya en el exterior se desapareció sin dejar huella.

 

Ya casi para terminar te comparto que al evangelista San Mateo, se le asocia con un angel, ello porque el angel representa la unión de lo humano con lo divino.

 

Así pues, te quise compartir algunas hazañas de los Santos Ángeles, para que no olvides que tú también tienes uno de ellos  al que debes invocar en cualquier situación de peligro,  y así caminarás por la tierra, con la seguridad de su protección.

 

MARÍA MARTHA MORENO MARTINEZ

2 de octubre de 2025