RECORDANDO A TEILHARD DE CHARDINT.
Cuando ya alojaba en mi mente la idea de la jubilación, comencé a diseñar un plan de vida, pues no concebía la posibilidad de abstenerme de la rutina laboral. Pensaba, que debía mantener mi mente ocupada constantemente, para no perder el ritmo de vida al que estaba acostumbrada.
Como parte de ese plan de vida se encontraban actividades, tales como: el ejercicio, leer, escribir, hacer algún tipo de voluntariado, aprender a nadar y a tocar guitarra, e ir a misa con regularidad. De estas actividades que planeaba, sólo realizo el 60%, aproximadamente.
Y, contrariamente a lo que pensaba, estoy disfrutando mucho de la disponibilidad de mi tiempo. Me refiero a poder decidir qué hacer. Y al momento oportuno para realizarlo. El caso es que, una de las actividades que sí he procurado llevar a cabo es la de asistir a misa diariamente. Al principio, opté por asistir a un templo determinado, pero después, me puse a explorar diferentes iglesias y horarios. Por ejemplo, el día de hoy caminé hasta el templo de San Isidro Labrador que es la sede de la parroquia del mismo nombre, y es atendida por sacerdotes diocesanos.
Al respecto debo decir que encuentro una visión, totalmente diferente entre los religiosos franciscanos y los sacerdotes diocesanos, percibo en ambos “estilos de celebrar”, por llamarlo de alguna manera, cierta diferencia que en ocasiones puede ser muy sutil, y en otras, adoptar formas más radicales.
Ya en cierta ocasión he expresado que soy franciscana de nacimiento, ya que Acámbaro, el pueblo en el que nací, fue fundado por franciscanos en 1526, desde entonces, y hasta la fecha, esta orden domina el horizonte religioso en esta ciudad, pero hace algunos años, la arquidiócesis de Michoacán fundó la parroquia de San Isidro Labrador en el barrio del mismo nombre. Por eso ahora, asisto a este templo a la celebración de la misa algunas veces, tal como lo hice el día de hoy. De ahí pues, derivan los comentarios que me permitiré hacer a continuación.
Se puede decir que desde que tengo uso de razón, he asistido a las celebraciones religiosas, a misa, principalmente. Y en todos estos años, no recuerdo haber escuchado de parte del sacerdote celebrante ninguna postura científica, de ahí mi sorpresa y, desde luego, la necesidad de expresar mi opinión al respecto.
El día de hoy, el padre expuso su punto de vista acerca de la teoría de la evolución desde la perspectiva de Teilhard de Chardin, cosa que me pareció sencillamente ¡increíble y maravillosa!
Conocí a Teilhard de Chardin allá por al año 1975, cuando cursaba el 3er semestre de la licenciatura en ciencias químico biológicas de boca de mi culto amigo: Miguel Alvarado Villegas, quien leía sus libros y compartía sus teorías conmigo, que era totalmente ignorante en este campo. Desde entonces, no había vuelto a saber de él, hasta el día de hoy en que el párroco de la iglesia de San Isidro me lo recordó. Y por ese motivo, me puse a investigar algunos datos que me gustaría compartir contigo.
Pierre Teilhard de Chardin SJ fue un religioso jesuita, paleontólogo y filósofo francés que aportó una visión muy peculiar de la teoría de la evolución, nació el 1º de mayo de 1881 y murió el 10 de abril de 1955.
A continuación trataré de sintetizar algunos de sus principios:
· El tiempo antes de la teoría de la evolución se experimentaba como algo estático, por el contrario, de Chardin reconoce que el tiempo es esencial en la evolución, lo estático no tiene sentido.
· La evolución se experimenta en diferentes campos, no sólo la vida, sino también la materia y el pensamiento están sometidos al proceso de la evolución.
· Lo anterior conduce hacia el proceso de mayor complejidad y, por lo tanto, a niveles superiores de conciencia.
· Para Teilhard de Chardin el aislamiento y la marginación en la sociedad funcionan como inhibidores de la evolución, ya que la persona evoluciona en la medida de su relación con los demás.
No obstante, lo inexperta que soy en el tema, estos cuatro principios me parecen de lo más congruentes y, por lo tanto, me pareció excelente que un sacerdote expusiera una teoría científica, como es el proceso de la evolución en su homilía.
La teoría de Chardin, ha tenido varios detractores, pero también grandes pensadores la han apoyado, entre ellos, cabe destacar las opiniones de ciertas autoridades ecleciales, como la Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Vaya pues mi felicitación para el párroco de San Isidro que se mostró, a mi juicio, tan abierto, paraexponernos la teoría de Teilhard de Chardin con el objetivo de hacernos comprender que Dios está en el origen de todo, incluyendo la evolución del ser humano y del universo.
Referencias:
MARIA MARTHA MORENO MARTINEZ
Acámbaro, Gto.
27 de noviembre de 2023.